Muchos de los dolores de espalda que padecemos tienen su causa en una mala postura al dormir, al estar sentado o, incluso, de pie. La excesiva actividad en el gimnasio o en la práctica de algún deporte puede provocar que hayamos cargado, de forma inconsciente, un lado de la espalda más que el otro lo que, en definitiva, puede degenerar en que el dolor se manifieste, como es el caso que nos atañe, en el lado derecho de nuestra espalda.

Obviamente, si padecemos dolor localizado en una zona concreta de la espalda es porque esta área está siendo afectada por algún tipo de lesión o de patología. Resulta recomendable, si la molestia se extiende a lo largo del tiempo, visitar a un especialista que pueda determinar la causa del dolor.

Causas frecuentes del dolor de espalda en el lado derecho

Aunque no es una causa muy común, un exceso de gases en nuestro organismo puede provocar que se extienda dolor en el lado derecho de la espalda. Si esto es así, resulta normal pensar que las molestias no van a durar más que unas cuantas horas y en intervalos muy cortos, en ningún caso de forma continua.

Al contrario que en el caso anterior, uno de los orígenes más frecuentes de dolencias en el lado derecho de la espalda son los espasmos musculares. Éstos se originan debido a una tensión excesiva en la zona, ya sea provocada por la adopción de una postura inadecuada durante demasiado tiempo o por una utilización indebida y continua de la espalda a través de esfuerzos físicos.

Una inflamación de vejiga que devenga en cálculos biliares puede originar fuertes molestias en el lado derecho de la espalda. El exceso de alcohol o una dieta inadecuada conduce a la formación de piedras en la vejiga que, a medida que van aumentado de tamaño, la van inflamando y causando dolor. Puede afectar, incluso, a los riñones extendiendo el dolor desde la zona lumbar hasta el hombro derecho.

Por último, las hernias de disco pueden provocar pinzamientos en los nervios de la espalda causando dolencias graves en el lado derecho de la misma.  El dolor puede llegar a extenderse a otras zonas del cuerpo debido a la presión que ejerce el desplazamiento del disco sobre dichos nervios, por lo que dado el caso resulta harto recomendable la visita a un médico que aconseje un tratamiento adecuado.