El origen de un dolor de espalda en la parte izquierda de la misma puede tener diversas causas, por lo que su diagnóstico sólo puede venir de un especialista en la materia. Sin embargo, es posible adelantar algunas de las patologías que pueden producir mayor o menor número de molestias en la zona indicada. Resulta coherente indicar que este malestar puede manifestarse de diversos modos diferentes ya sea con mayor o menor levedad o, incluso, de forma ininterrumpida o a intervalos.

Causas del dolor de la espalda en el lado izquierdo

La forma de vida sedentaria, cada vez más común en la sociedad moderna, supone uno de los grandes creadores de las problemáticas tan extendidas en la espalda, al igual que un uso excesivo de la misma. Sin embargo, dependiendo de cuál sea la zona concreta dañada –dorsal, cervical o lumbar- el diagnóstico puede resultar diferente.

Los dolores originados en la zona cervical izquierda pueden darse debido a tres causas fundamentales: una distensión en los músculos afectados que puede resolverse con reposo absoluto, un esguince de los ligamentos de los tejidos blandos que puede causar un dolor fuerte en la región, o un trauma físico ya sea debido a los propios efectos del envejecimiento o a un uso excesivo de la zona dañada.

La zona dorsal izquierda también puede verse afectada por fuertes dolores que nos incapaciten de cara a nuestras tareas diarias. Éstos pueden tener su origen en una hernia de disco debido a una dislocación a la altura de la columna vertebral. Es posible que la zona se vea afectada por un exceso de tensión muscular lo que puede, en definitiva, desgastarla y provocar dolores agudos. La zona dorsal izquierda puede sufrir, además, degeneración ósea debido a una mala postura o dolores a causa de enfermedades como la gastroenteritis o la osteoporosis.

En última instancia, la zona lumbar izquierda también es una parte sensible a los dolores. Al igual que en las dorsalgias, esta zona puede verse afectada por una hernia de disco. También puede surgir una dolencia aguda debido a que las raíces nerviosas se pellizquen entre sí. Los cálculos renales también pueden generar dolores en la parte lumbar, de hecho los médicos pueden llegar a identificarlos como un síntoma previo a la patología en sí misma.