Mantener, de forma frecuente, posturas incorrectas puede devenir en numerosas problemáticas relacionadas con la espalda: contracturas musculares, cansancio o dolor en la zona lumbar. De esta forma, tener conciencia de la posición que adoptamos cuando estamos sentados y de los errores que cometemos al respecto va a evitar que suframos un gran número de patologías y dolencias.

Sentarse de forma correcta

Hay que procurar mantener la espalda erguida y alineada, repartiendo el peso entre las dos extremidades inferiores, manteniendo los talones y las puntas de los pies apoyados en el suelo y las rodillas en ángulo recto con la cadera. Resulta recomendable sentarse lo más atrás posible, apoyando con firmeza la columna vertebral en el respaldo del sofá que, gracias a su estructura blanda, sujetará correctamente las zonas dorsal y lumbar.

Encorvar la espalda tiende a ser la postura incorrecta por antonomasia, especialmente cuando permanecemos sentados durante largos periodos de tiempo. También solemos inclinarnos hacia la derecha o la izquierda, depositando, de esta forma, todo nuestro peso en la zona de nuestro cuerpo que encontramos más cómoda. Otras opciones incorrectas pasan por inclinarnos hacia atrás provocando presión en el coxis y en la zona lumbar al apoyar tan sólo la parte superior de la espalda.

Tan malo es sentarse incorrectamente en el sofá como estirarse completamente adoptando una postura excesivamente rígida. Por lo tanto, nuestro objetivo debe pasar por conseguir una buena postura a la que nuestro cuerpo se vaya acostumbrando progresivamente. No tenemos por qué estar siempre rectas, incluso podemos reclinar cómodamente la espalda hacia atrás de forma que también tengamos la posibilidad de relajar y descansar la zona. Para aprender una buena higiene postural, resulta recomendable acudir a un profesional médico o a un fisioterapeuta que nos puedan indicar las posturas más adecuadas a la hora de usar un sofá.