El dolor en la espalda puede manifestarse y materializarse de muy diversas formas, por lo tanto las sensaciones que tengamos al respecto van a ser realmente importantes a la hora de que un especialista nos pueda diagnosticar la dolencia concreta que nos afecta. El origen de las punzadas, generalmente, lo asociamos a una práctica excesiva de ejercicio físico, tras el cual nuestro cuerpo se resiente, especialmente las zonas más sensibles como pueda ser la espalda, y reacciona transmitiendo estas señales de dolor. Sin embargo, ésta no es su única causa aunque los síntomas que se presentan tienden a una singular similitud.
Los desgarros musculares en cualquiera de las regiones que conforman la espalda suelen presentarse a través de punzadas, hinchazón y debilidad en los músculos de la zona afectada. Para diagnosticar una lesión de este tipo resulta absolutamente necesario acudir a un especialista que nos pueda realizar un examen completo. Otra causa de las punzadas puede ser la compresión de los nervios en cualquier área de la espalda, ya sea por el desplazamiento de un disco intervertebral o por un fuerte traumatismo.
Si padecemos algún tipo de enfermedad renal y hemos realizado algún esfuerzo extraordinario como la práctica de un deporte de cualquier tipo, es posible que el dolor en la espalda se presente en forma de punzadas. Una última causa, que tampoco pertenece al ámbito de las lesiones musculares, puede residir en la presencia de un tumor en la zona dado que las punzadas, en este caso, pueden aparecer tras una sesión de ejercicio físico.
El tratamiento de la dolencia va a depender del caso concreto y del origen en sí mismo. De esta forma, los desgarros musculares pueden ser remediados mediante la utilización de analgésicos o a través de una intervención quirúrgica en los casos más graves. Si la causa de las punzadas que sentimos en la espalda es puramente nerviosa, seguramente habremos de recurrir a fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos. En los casos en que estas punzadas aparezcan a causa de una sintomatología no relacionada con lesiones musculares, habremos de consultar con nuestro médico de confianza.
El apoyo del tratamiento en sí mediante sesiones de fisioterapia puede ser de gran utilidad de cara a mejorar el estado general en la zona. De esta forma, técnicas como los masajes no sólo ayudan a combatir el dolor sino también a fortalecer los músculos afectados por la patología concreta que sufrimos.
Copyright © www.orthopaedics.win Bone Health All Rights Reserved